Son más silenciosos que los perros, pero eso no significa que tengan poco que decir. El lenguaje corporal de los gatos va más allá de los maullidos o ronroneos. ¿A qué señales le debes prestar atención para entender mejor lo que quieren comunicar?
Maullidos: son utilizados con frecuencia con el fin de comunicarse con los humanos, incluso pueden maullar más con sus dueños que con otros gatos. Según un estudio de Nicholas Nicastro, investigador de la Universidad de Cornell, estos felinos eligen la forma de maullar según lo que quieran obtener. Cuando desean algo como comida, cariños o atención, sus maullidos suelen ser más breves y menos intensos. Mientras que uno más prolongado, en tono elevado y algo entrecortado, es característico de la época de celos. Se estima que son cerca de setenta los tipos de maullidos que pueden llegar a emitir. Éstos dependerán de múltiples factores como el estado de ánimo, el contexto, el temperamento de la raza y también será determinante si intenta comunicarse con otro gato, un animal de otra especie o su dueño.
Ronroneos: se encuentran asociados a estados placenteros. Ronronearán cuando están contentos o incluso con la expectativa de que lo van a estar, por ejemplo, mientras le preparas la comida o cuando saben que recibirán cariño.
Asimismo, según una investigación de la doctora Karen McComb de la Universidad de Sussex en Gran Bretaña, existen 2 tipos de ronroneo. Además de aquel que demuestra agrado, también hay otro que los gatos utilizan para conseguir algo de su dueño, sin que recurran al maullido. No obstante, en algunos casos pueden querer comunicarnos que están enfermos, ansiosos o con alguna dolencia.
Cabeza: nos indicará varias cosas dependiendo de la postura de ésta. Si está estirada hacia adelante, es una petición para que lo toquemos, aunque también puede ser para observar mejor la expresión de la persona u otro felino. En otras palabras, se podría interpretar como un saludo.
De forma similar a lo que sucede con los humanos, los gatos que tienen seguridad en sí mismos, mantienen la cabeza erguida. Así se muestran valientes ante sus pares. Por el contrario, un felino más inseguro tendrá la cabeza más agachada. Sin embargo, ante un conflicto, un gato temeroso y agresivo también elevará su cabeza. En este caso, basta con observar otras señales, como las de su cola.
Orejas: son altamente móviles, ya que tienen 32 músculos en cada oreja, siendo capaces de girarlas en 180º. Si tu gato está feliz, sus orejas se orientarán hacia arriba y tenderán a girarlas en dirección a cada sonido que escuchen. Mientras que un gato que esté asustado, aplanará sus orejas hacia un costado, aunque también podrían hacer esto en caso de una pelea, puesto que así evitarán heridas. En caso de estar enojado, apuntará sus orejas hacia delante formando un ángulo.
Bigotes: al funcionar como una especie de antenas altamente sensibles, son muy importantes para los gatos. Unos que se muestren extendidos serán señal de curiosidad o felicidad. Entre más se extiendan hacia adelante, mayor será su interés por algo. Si el animal está relajado, sus bigotes estarán orientados levemente hacia un costado. Por el contrario, si tu gato estuviera irritado, enfermo o con miedo, los echaría hacia atrás, a lo largo de sus mejillas.
El lenguaje de la cola Cola: es a la que debemos ponerle más atención. Esto porque constituye un indicador de cómo se siente, además de ser una herramienta para comunicarse con los seres humanos u otros animales. Por lo general, entre más baja esté más triste puede estar el gato. La cola entre las piernas indica sumisión, mientras que si la tiene agachada y la punta doblada, significa que está a la defensiva. Y si está recta hacia abajo demuestra agresividad.
Si la mueve rápidamente, puede que esté enojado y agresivo, entre más la agite mayor será su enojo. Pero esto cambia si se trata de un movimiento suave y pausado, pues quiere decir que está tranquilo, tiene ganas de jugar o se encuentra concentrado en algo.
En caso de tener la cola recta y rígida, completamente vertical, significa que está contento, mientras que si tiene la punta apenas curvada, tiene curiosidad o está interesado en algo.
Por último, pon atención si la pone inflada y arqueada, ya que podría indicar que está en posición de defensa y podría atacar.
¿Qué tan fácil te resulta interpretar lo que te quiere comunicar tu gato?
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