Darse cuenta que un perro es alérgico a algún agente puede ser complicado, sobre todo en la piel de caninos de pelo largo. Aprende a identificarlas en la siguiente nota.
Un día de verano salí al patio a darle comida a uno de mis tres perros y el último que adoptamos en mi casa, el Mateo, un callejero negro de pelo largo que encontré a través de Twitter. Sin embargo, en vez de encontrar al cachorro tierno de hocico largo de siempre, se veía muy extraño: tenía un lado de su cara muy hinchado, incluso con un ojo entrecerrado.
Llamamos a la veterinaria inmediatamente y, como estaba de buen ánimo y con su nariz mojada, nos dijo que podía ser alérgico a algo, que no pudimos determinar. Vino a visitarlo, le puso una inyección con un antiinflamatorio y, a los dos días después, su cara se volvió a la normalidad. Esto pasó tres veces durante el verano.
Un día salí a sentarme al patio y a jugar con él. Pero, de un momento a otro, se volvió loco. Encontró una abeja y comenzó a perseguirla y a intentar atraparla con el hocico. Cerca de su casita había una planta que atraía muchas abejas. Ahí nos dimos cuenta que era alérgico a las picaduras. Finalmente, movimos su casa a otro lugar y nunca más su cara volvió a inflamarse.
Así como mi Mateo, tu mascota puede ser alérgica a la picadura o a la saliva de algún insecto, por lo que hay que estar muy atento con su aspecto. Cuando un a perrito no alérgico lo pica un bicho, “le produce una inflamación leve, igual que a las personas, hay dolor, pero nada más que eso” como lo explica la veterinaria de la Universidad de Chile Marisol Barraza. En cambio, a un perro alérgico “podría generarle un shock anafiláctico, una reacción que le podría incluso causar la muerte”.
Una de las alergias más comunes en caninos es la alergia a la saliva de las pulgas, que se puede identificar por que el perro se rasca mucho en áreas determinadas, tiene ronchas pequeñas, costras y, obviamente, hay pulgas. Si no las tiene, hay que buscar sus excrementos en la base del pelo del perro. Si no es detectado de forma rápida, podría romper su piel e infectarse. Luego de que el veterinario identifique esta alergia, lo tratará con medicación tópica o antialérgicos inyectables. Por supuesto, la mejor forma de evitarlo, es mantenerlo lejos de las pulgas: con un shampoo antipulgas u otros repelentes no tóxicos para el perro.
Así como muchos de nosotros, que somos alérgicos “a la primavera” o a algunos tipos de comida, a los perros también les sucede. El término clínico es dermatitis atópica, hipersensibilidad cutánea a alérgenos de tipo ambiental. Típicamente, los perros alérgicos se rascan y muerden la piel, frotan su cuerpo en murallas rugosas o en alfombras, les sale caspa y eccemas. Pero la veterinaria advierte que no es fácil encontrar la causa de esa alergia: “pueden ser alérgicos al polen, a la tierra, a alguna planta o al alimento. La única forma de saber cuál es la causa es con un tratamiento sintomático”. Si nos damos cuenta que la causa es la comida, hay que variar su dieta hasta encontrar uno que no le haga daño.
¿Tu perro ha presentado alguno de estos síntomas?
Alergias en perros: ¿Cómo identificarlas?
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Alicia