El que diga que los hombres y los animales no son más que parecidos, se equivoca. Un claro ejemplo de ello es la salud. Así como en el planeta según la Organización Mundial de la Salud en 2008, habían 1.500 millones de adultos (de 20 años y más) que tenían sobrepeso, esta realidad también se extrapola a los animales.
Si bien en países como el nuestro no hay estadísticas certeras de cuántos animales padecen este problema, sí es una cuestión que produce preocupación, ya que es una muestra de irresponsabilidad por parte de los dueños quienes a través de la comida premian a su mascotas.
Si aprende a dar la mano un trozo de pan, si ladra al ver a un extraño una galleta o si se hace el muerto su comida podría estar mezclada con los restos de la misma comida de los humanos.
El resultado: dolores articulares, predisposición a enfermedades hormonales y la reducción en forma drástica de su expectativa de vida.
La ecuación de la obesidad o sobrepeso de las mascotas es simple: cuando el animal ingiere más calorías de las que requiere el cuerpo o simplemente porque la cantidad ingerida es mayor a la que gastan, por lo que su cuerpo la almacena como grasa, la que no es quemada a causa del sedentarismo.
Pero es necesario considerar que también la obesidad no es siempre por exceso de alimento. Según la médico veterinario Lissy Alvarado también puede deberse a “ciertas enfermedades metabólicas como problemas en la glándula tiroidea, o por problemas cardíacos, donde la insuficiencia cardíaca congestiva puede producir retención de líquido en el abdomen u otras cavidades”.
Es así como la única manera de tener certeza sobre la causa del sobrepeso u obesidad es bajo el diagnóstico de un veterinario.
Test en tu propia casa
Si en humanos la sensación de satisfacción por la comida es clara, en los animales es más difusa. Según Lissy Alvarado “el estómago de los caninos puede expandirse más que el de los seres humanos, por lo que pueden comer más de lo que requieren, e incluso llegar a vomitar porque su estomago está demasiado lleno”. Es por esto que es el dueño el que debe regular la porción de alimento que le da a su mascota, según lo que indica cada fabricante de alimentos en pellet.
Pero si estás en la duda de que si tu mascota está sobrealimentada, puedes realizar un test para detectarlo, sin olvidar la necesidad de que lo revise un médico.
Según recomienda el médico veterinario Hardy Rosas se puede “tocar la zona de las costillas y columna vertebral. Si no pueden palpar las estructuras óseas es probable que esté obeso. Si miran a su mascota desde arriba debería tener una cintura visible. Si sólo ven una línea recta desde el tórax a la cadera ya hay algún grado de obesidad, pero si ven que desde el tórax hacia atrás aumenta el ancho del abdomen, es un caso más severo y deben llevarlo su veterinario”.
¿Cómo remediarlo?
Si ya los kilos están distribuidos en tu mascota y ya lo has acostumbrado a darle de vez en cuando algún “premio” por sus gracias, el panorama se ve complejo pero posible.
Rosas destaca que “los tratamientos van desde solucionar el dolor articular para que la mascota pueda volver a realizar ejercicio con normalidad, normalizar su dieta con alimento diseñado para mascotas y/o reducir la cantidad de calorías en la dieta (hay alimentos especiales light o hipocalóricos), tratar la enfermedad subyacente que causa la obesidad y lo más frecuente sería el dejar de dar nuestra comida a las mascotas”.
Al igual que en los humanos, la forma más certera de bajar de peso es comer más sano y hacer ejercicio. En este sentido lo mejor es dejar de dar comida de humanos a los animales. “Los alimentos pellet ya vienen balanceados y al agregar otro alimento a esa dieta como por ejemplo patecitos o embutidos, sólo estarán desbalanceando algo que ya está balanceado. Los patecitos están hechos más en base a grasas que nutrientes, por lo que éstos deben darse de vez en cuando sólo como premio, no como base de alimento diario”, indica Alvarado. Para ayudarnos a evaluar cuál es la medida que debe comer nuestra mascota, basta mirar el envase donde se da las indicaciones en cuanto a peso y a edad.
Si bien en un comienzo para el animal será difícil acostumbrarse a la simpleza del plato, la profesional recuerda que “no hay mascota que se muera de hambre, teniendo su comida a disposición, va a llegar a un momento en que su hambre sea mayor que tendrá que comerse su pellet”, el cual se debe dar dos o tres veces al día y no sólo una.
En tanto, si la mascota está obesa, lo recomendable es cambiar su alimento a uno que sea de obesos, y luego al bajar al peso ideal volver a cambiarlo a uno light para mantenerlos. Junto con paseos diarios, una dieta balanceada ayudará a tener una mascota sana que te acompañe por más años y con una buena calidad de vida.
Mascotas obesas: un problema creado por nosotros mismos
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por
Rossana Ch