En el mundo existen una gran cantidad de razas de perros (se estima que hay más de 350), cada una con sus particularidades propias, basadas en las características físicas, como la longitud del pelo, el color o el tamaño.
Sin embargo, un informe publicado por la revista médica British Medical Journal (BMJ), señaló que los perros pueden detectar el cáncer de intestino a través del olfato aunque la enfermedad se encuentre en su fase inicial.
Para llegar a esta conclusión, se realizó un experimento con un perro labrador especialmente adiestrado, que efectuó durante varios meses pruebas de olfato entre las que se incluyeron test de aliento y muestras de heces de los participantes.
Las muestras pertenecían a 48 personas que se les diagnosticó cáncer de intestino y a 258 voluntarios que no sufrían la enfermedad o que habían tenido cáncer en el pasado. Alrededor de la mitad de las muestras de voluntarios provenían de personas con pólipos de intestino que, aunque eran benignos, se consideran predecesores del cáncer de intestino.
El perro identificó con certeza cuales eran las cancerosas y cuáles no, en 33 de 36 test de aliento y en 37 de 38 de pruebas de heces, con las mayores tasas de detección entre las extraídas de las personas que poseían la enfermedad en su fase inicial.
Esto corresponde, según el estudio, al 95% de precisión, en general, para las muestras de aliento y al 98% en el caso de las de heces, frente a los resultados obtenidos de las colonoscopias convencionales.
Los autores del estudio afirman que hay componentes químicos que corresponden a tipos de cáncer específicos que circulan por el cuerpo humano y que un perro puede oler. Esta teoría también está respaldada por otras investigaciones que señalan que los perros pueden olfatear cáncer de vejiga, piel, pulmón, mama y ovario.
Los científicos aseveran que recurrir a perros para diagnosticar cáncer probablemente es poco práctico. Apuntan que a partir de este hallazgo se podría desarrollar un sensor para poder detectar la enfermedad antes de que haya podido desarrollarse a otras partes del cuerpo.