¿A quién no le gusta que su perro luzca bien?

Los perros requieren de un baño (lo recomendable es uno por semana). Ahora bañar a éstos es una decisión propia de cada familia y de acuerdo a si el animal vive dentro o fuera de la casa, de cómo es su pelaje y si se sube a las camas.

Perros en perfectas condiciones pueden bañarse con diferentes champuses. Hay especiales para todo tipo de colores de pelo, con perfume, personales para pulgas, con acondicionador para hacer más fácil el peinado, con abrillantadores y muchas otras alternativas.

Cuando utilices uno por primera vez, observa que no le provoque alergia (piel enrojecida, o resecamiento del pelo).

Otra forma de que nuestra mascota se vea bien es el cepillado. Hay que tener en cuenta que todos los perros tienen que cepillarse de vez en cuando, ya que esto los favorece para desprender los pelos sueltos y opacos y las células muertas de la piel.

La repetición dependerá de los hábitos del perro. Un ejemplo es si anda suelto, corriendo por un campo. Claramente tendrá que ser más cepillado que si está en un departamento.

Si terminas de bañarlo permanecerá más bonito que si lo cepillas con un secador de cabello.

Para que esta rutina sea realmente agradable hay que acostumbrarlo desde cachorro. A esta edad se puede lograr embutir el cepillado como un mimo, lo que llegará a poner especial atención en él, pensando que se trata de un juego.

Hay que ocupar un cepillo suave, ya que en algún momento se relajará y se quedará listo para dormir. Así asociará el peinado con el relajo.

Si hallas pulgas o garrapatas dirígete al consultorio del veterinario para que te recomiende que producto usar en tu perro. Las pipetas son lo más seguro, a partir de los dos meses y se colocan en el lomo cada 30 a 60 días.