Cada vez más se repiten casos de animales afectados por vacunas erróneas, malos diagnósticos y remedios mal recetados, lo que puede ocasionar problemas como nuevas enfermedades, efectos secundarios y hasta la muerte. Por lo cual, te invitamos a revisar los siguientes datos para comprobar si el veterinario que atiende a tus mascotas es un profesional que sabe lo que hace, o es un tipo que simplemente juega a saberlo.
Los primeros detalles son rápidos y básicos de observar, si es que hay un título colgado en la consulta es uno de ellos, en el caso que se encuentre ahí, revisar si es un veterinario como acredita serlo, para evitar problemas de cualquier tipo. En el caso de no tenerlo, siempre preguntar cosas como:”¿Desde qué año ejerce como médico veterinario?, ¿Dónde se tituló?, ¿Qué año?”, etcétera. Si responde de manera agresiva, titubeando o pidiendo que le dejen de hacer preguntas, es momento de preocuparse.
En el caso de que el veterinario haga una visita a domicilio, y lo ocurrido con tu mascota sea tan grave como para realizarle una operación, también puedes efectuar algunas de las siguientes preguntas para prevenir todo tipo de riesgo de infección o que sea operado en cualquier parte: “¿Dónde lo operarán?, ¿Dónde queda?, ¿Puedo ir a conocer el lugar?, ¿Puedo ver a mi mascota después que fue operada?”, etcétera. Pero siempre regulando la cortesía por nuestra parte y que todas las respuestas estén bien dadas. Además de visitar el lugar antes y después de dicha operación.
Recuerda que tú estás pagando por un servicio, por ende, puedes preguntar todos los antecedentes del servicio contratado. Por ejemplo, siempre revisar si el nombre que te dio el veterinario sea el mismo que se encuentre en el título y, a la vez, en la receta, sólo debe decir “Médico veterinario”. Desconfiar si dice servicios veterinarios, asesor veterinario, técnico veterinario, paramédico veterinario, ayudante veterinario, auxiliar veterinario, etcétera.
Otro punto muy importante es revisar la receta. Donde deben decir datos como: Nombre y firma del profesional, lugar de la clínica para ubicarlo, teléfono fijo o celular de él, receta de imprenta, no fotocopia, esa es la mayor prueba que no es veterinario.
Si no tiene ninguno de estos datos lo mejor es acudir a otro veterinario de manera inmediata. También, aunque cueste un poco más, siempre acudir al médico conocido, porque, si es uno muy barato dentro del sector, existe una gran posibilidad de que no ejerza de verdad dicha profesión.
Siempre debes revisar estos datos para proteger la vida y la salud de tu mascota, evitando problemas y ayudándolo a mejorarse prontamente y sin complicaciones.
¿Averiguas todos estos datos antes de atender a tu mascota?
¿Sabes dónde estudió el veterinario que cuida a tu animal?
¡Esperamos sus respuestas!
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Publicado
por
Oscar Tucas Garcia