La vida en mi edificio es excelente. El trato con mis vecinos directos es magnífico y en general con la comunidad completa es lo mismo, Incluso cuando en el edificio no admiten perros, tengo a dexter (yorkshire) hace un año y seis meses en el lugar, sin ningún problema y con el completo conocimiento de mis vecinos de mayor cercanía, quienes siempre han demostrado su cariño por él.
Dexter es un perro higiénico, hace sus necesidades en lugares específicos e intentamos mantener limpio siempre para evitar olores y otro tipo de problemas que pueda causar nuestro eterno cachorro. También tiene una personalidad pasiva y calmada, por lo que no hace ruido, a no ser al ser provocado, lo que nunca sucede en una situación cotidiana.
Todo corría su curso de extraordinaria manera hasta que una señora se percató, al entrar al edificio tras uno de los paseos habituales, que había un perro en el edificio. Indignada, alegó y ofuscada se contactó con la administradora, quien se contactó de manera indirecta para echarnos del departamento. La razón, la tenencia de una mascota en el departamento.
Un año y seis meses después de su llegada, y no sabían de la presencia de un perro. Ahora me veo obligado en emprender rumbo a otro edificio, organizarme con los tiempos, dineros y todo lo que con lleva el cambiarse de casa. Todo por una señora cicatera, anticuada y sin nada mejor que hacer por su hermosa vida.
Yo no tengo problema en irme, sabía que yo estaba en un edificio que las mascotas estaban prohibidas y me atuve a las consecuencias. Pero, en tanto tiempo sin notar al cachorro me dice que la mascota realmente no molestaba, por lo que se puede inferir que no causaba ningún daño al vivir en el lugar. Por lo que me pregunto, ¿porqué la bronca en contra de los animales por parte de estas pseudo patronas de fundo?
El resentimiento que te provoca dar y recibir cariño es lo que le falta tener a esas personas insensatas, que por el orgullo de seguir una rutina amargada, no ven el trasfondo del problema con su visión obstinada y cegada por reglas sin sentido e arcaicas.
Tener un animal es una responsabilidad y una expresión de cariño al otro. Mí apego a Dexter es como al de un hijo y donde el pueda estar, yo estaré. Lo más probable es que me vea obligado a cambiar de departamento, pero ahora me preocuparé de buscar uno especialmente para que nuestra familia completa, pueda vivir tranquila y con una cálidad felicidad, como lo estabamos haciendo hace un año y 6 meses.
Dexter: Un vecino no grato
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Mascotadictos