Seguramente gran parte de quienes tenemos mascotas hemos incurrido en un grave error del cual no tenemos conciencia. Es inevitable cederle un poco de nuestro alimento cuando ellos nos miran con “cara de pena” pidiendo que compartamos alguna comida del día.
Sin embargo a medida que nuestros “regalones” van envejeciendo, las consecuencias de una alimentación desbalanceada o de ciertas conductas reprochables de parte de los amos, van mermando en su calidad de vida.
Mi perro Martín es un Cocker Spaniel de 12 años, hace cuatro que se le diagnosticó diabetes, que se puede definir como una enfermedad endocrina, caracterizada por una hiperglucemia (azúcar en la sangre).
¿Cómo detectarla?
El primer síntoma que presentó Martín fue la excesiva cantidad de agua que comenzó a beber, sobre todo, en las noches donde llegó a consumir alrededor de dos litros. Otros factores que se hicieron notorios fueron el constante decaimiento, la pérdida de peso y la dilatación de sus pupilas.
Luego de llevarlo al veterinario se le diagnosticó diabetes, una enfermedad tratable pero totalmente evitable. En la actualidad Martín come sólo alimentación para perros diabéticos, además de inyectarle insulina en la mañana y en la noche. Producto de esta condición su vista ha disminuido alrededor de un 70%.
Si bien lleva una vida relativamente normal, de igual manera esto se pudo haber precavido, no dejándose llevar por sus caras de víctimas cuando pedía comida no apta para él. Así que una vez más es importante recordar lo vital que es para nuestras mascotas tener una alimentación adecuada y balanceada.
Y tú ¿Cuidas la alimentación de tus mascotas?
Diabetes en las mascotas
Publicado
por
Mascotadictos