La verdad es que siempre me he sentido atormentada por la crueldad humana hacia los animales. Desde los circos, zoológicos en mal estado, caza deportiva, etc. Creo que no hay nada más denunciable que la crueldad del hombre frente a otras especies, como una forma primitiva de demostrar el dominio humano sobre la tierra. Me enferma.
En el sitio Human Society of the United States se indica que, en un reporte realizado el año 2003, de 1.373 casos de abuso animal, 784 casos eran de crueldad intencional (como peleas de perro y de gallos), y 589 casos eran de extremo abandono.
Es tan grande este tormento que a veces me supera y necesito calmar la angustia de alguna manera. Hace un tiempo llegué a la conclusión de que, el primer paso hacia un trato mejor con los animales, es empezar por casa.
Muchos de nosotros tenemos mascotas y las queremos como si fueran nuestros hijos (por mi lado, mi gata es mi primogénita) y las cuidamos y les damos tanto amor que el día que las perdemos, se nos parte el alma.
Lamentablemente, no todos los dueños de mascotas son así. Para algunas personas, el término “mascota” es casi un accesorio, un adorno, como un cojín bonito o un florero nuevo. Y así como cuidamos el cojín bonito y el florero nuevo, cuidamos a este nuevo ser que viene solo a adornar. Nada de cariño, nada de entrega.
Me cuesta un poco comprender a estas personas. Y también me cuesta no pensar que los animales sí se dan cuenta de esto y se ponen tristes. ¿Por qué no podrían? Todos somos mamíferos y creo que todos, en mayor o menor medida, podemos sentir dolor en el alma por el descariño.
Ojalá nunca nadie abandone a sus mascotas, ojalá le entreguen el cariño que necesitan hasta el último día de sus vidas, así como nosotros también necesitamos que nos quieran, que nos cuiden y que nunca nunca, nos abandonen.
Si te interesa participar en iniciativas en contra del maltrato y/o abandono animal, puedes ingresar al sitio de Policia Animal Chile y al sitio de Control Ético de la Fauna Urbana, CEFU.
El abandono
Publicado
por
Fernanda F.