El nombre “boyero” viene de perros que, originalmente, se utilizaban para el cuidado de ganado y, a veces, como perro de tiro. Se les dice “berna” por ser originarios de Suiza. Se cree que su origen es similar al de los San Bernardo y los Rottweilers.
Hace relativamente poco, tuve el agrado de conocer a una boyera. La verdad es que al principio no me di cuenta de todos sus atributos, solo la encontré sumamente amistosa y linda. Pero estos perros son una gran elección como mascotas y les contaré porqué.
Los machos pueden llegar a medir casi 70 cm de altura y las hembras alrededor de 60 cm. Son perros muy ágiles y buenos para correr, perseguir y jugar con otros perros, grandes y chicos. Ladran poco y son muy buenos con los niños, ya que son amistosos. Se comportan como perros chicos por más tiempo que otros perros y son fáciles de entrenar. Durante su juventud necesita hacer mucho ejercicio ya que son bien activos, buenos para pegarse piques y jugar con sus amos.
Su apariencia llama mucho la atención, ya que es un perro de buen porte y de colores muy lindos. Su pelo es ondulado medianamente largo y muy suave, de tonos negro y café bien brillante. Algunos tienen una mancha blanca en el lomo, pero son pocos.
En Santiago, los boyeros se juntan los fines de semana en el parque Bicentenario, en la Municipalidad de Vitacura, para jugar y que sus dueños compartan experiencias. Ahí conocí a otra boyera, que está esperando boyeritos y que es gigante. La verdad es que mi amiga boyera es bien delgada para su raza y aún es adolescente, así que le queda un poco por crecer.
El clima fresco les acomoda, ya que están acostumbrados al frío de los Alpes. En época de verano, pasan mucho calor, por lo que esperan con ansias a que llegue el verdadero invierno.