Nuestras mascotas y el humo de cigarro

Todos sabemos lo perjudicial que puede ser el humo del cigarro para nuestros organismos, tanto como lo es fumarse uno por cuenta propia. Pero, ¿afecta éste de la misma manera a nuestras mascotas?

La respuesta es sí, y de hecho mucho más de lo que creemos. En los hogares donde existen uno o más fumadores, la posibilidad de que las mascotas que allí viven contraigan algún tipo de enfermedad es bastante alta, sobre todo si éstas pasan gran parte del tiempo en el interior de la casa.

El riesgo de cáncer, tanto en perros como en gatos, está siempre latente. Hay estudios que dicen que una mascota que vive en un ambiente de fumadores tiene 3 veces más probabilidades de enfermarse de algún tipo de cáncer (nasal, respiratorio, de mamas, de huesos, etc) que una que no esté expuesta al humo del cigarro de manera constante.

Los perros de hocico largo o más grande son los más propensos a contraer enfermedades, debido a que, al respirar, tienen más superficies internas para que el humo entre y se deposite. De todas formas, los perros de hocico corto no están libre de esto, y hay que cuidarlos de igual forma.

En el caso de los gatos, el 80% de los que contraen cáncer de algún tipo, poseen riesgos fatales. Tanto es el daño que les hace el humo a nuestras mascotas felinas, que las probabilidades de que se cree un linfoma puede llegar a ser incluso de 300%.

Las alergias también son algo típico en las mascotas de dueños fumadores. Éstas pueden causar ardor en su piel, haciendo que se rasquen hasta sangrar, creando una infección no menor.

Otro cuidado que hay que tener absolutamente presente es el de siempre botar las colillas de cigarro en un basurero. Si un cachorro llegase a comerse una, es probable que muera intoxicado.

La recomendación está clara: el cigarro no sólo te hace daño a ti y a las personas que te rodean, sino también a tus regalones. Si quieres que estos estén sanos, deja de fumar, o al menos hazlo lejos de ellos, para que así crezcan saludables y sin mayores problemas.